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En el caso de que seas mujer, no presentes dudas en hacer de manera frecuente un control de tus mamas a través de una mamografía llevada a cabo en periodos de un año. Esta técnica cobra una vital importancia para identificar de forma anticipada cáncer de mama en estado inicial.
Centro Clínico La Chopera
Paseo de la Chopera, 121
Alcobendas
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Clínica Valdelasfuentes
c/ Marqués de la Valdavia, 107
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La mamografía es un test diagnóstico precautorio consistente en una radiografía de la mama para identificar signos de cáncer en sus etapas iniciales, aún de forma asintomática. Existen las mamografías tradicionales y las mamografías digitales, donde los resultados se traducen de forma directa en documentos digitales.
En el caso de que durante una exploración hayamos identificado algún bulto anormal, sirve para descartar o reafirmar la existencia de un cáncer. Hasta entonces, es importante no alarmarse, ya que otras nosologías benignas como lipomas o fibromas causan frecuentemente nódulos (bultos) en el seno.
La mamografía y la ecografía mamaria son pruebas complementarias, que pueden aportar un resultado más completo cuando hay inquietudes en los desenlaces o desea confirmarse el informe. La mamografía y la ecografía mamaria son ambas pruebas identificativas. Al paso que la ecografía mamaria utiliza ultrasonidos, la mamografía emplea una mínima radiación.
Para efectuar una mamografía, la receptora de la prueba se ubica de pie en frente de una máquina de rayos X. El auxiliar acomoda una de las dos mamas sobre una placa de plástico transparente y después la cubre con otra placa apretando firmemente. Esta placa hace más fina la mama y la sostiene inmóvil durante se efectúa la radiografía. Ahora, se reitera el proceso con el otro pecho.
Preparación previa de la mamografía
No es recomendable someterse a una mamografía durante el ciclo menstrual, en tanto que las mamas van a estar hinchadas y sensibles y puede resultar singularmente molesto.
El día señalado para la mamografía, es conveniente no utilizar ni desodorante ni colonias pues podrían modificar los desenlaces.
Peligros de una mamografía
En una mamografía, como en cualquier otro tipo de radiografía, el nivel de radiación es mínimo. Sin embargo, si te encuentras embarazada o intuyes que puedes estarlo, o estás amamantando, no se aconseja someterte a una mamografía programada. Si es estrictamente preciso, tu médico te indicará las pautas especiales a continuar. En el caso de las embarazadas, si es necesario realizar un control, se opta por una ecografía mamaria.
A partir de los 40 años, los especialistas recomiendan llevar a cabo una mamografía al año de manera rutinaria.
Recuerda que para realizarse una mamografía tendrás que tener prescripción médica.
La radiografía es una herramienta diagnóstica fácil y segura. Si has tenido una lesión o accidente y el tórax podría estar afectado, con una radiografía de esta zona, un médico podrá determinar si existe algún traumatismo que precise tratamiento.
Si tienes menos de 30 años y has notado un bulto en tus pechos, una ecografía mamaria es la mejor opción para determinar si existe alguna patología. Esta técnica es la más precisa con la detección de tumores en pechos jóvenes y evita la radiación en mujeres embarazadas.
Una ecografía Doppler sirve para detectar anomalías en las mamas. Complementa las revisiones médicas y las mamografías cuando existe la posibilidad de que exista un problema, normalmente un cáncer de seno.