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La infección producida por la bacteria Helicobacter Pylori es muy común y afecta al estómago y al duodeno siendo la causante, en ocasiones, de la mayoría de úlceras estomacales, duodenales y gastritis que se producen.
Muchas personas no notan ningún síntoma y a otras la Helicobacter pylori les perfora la capa protectora del estómago y duodeno provocando que se formen úlceras (que pueden llegar a ser sangrantes) por la fuga de los ácidos del estómago.
Cuando se forman las úlceras, los síntomas son los siguientes: dolor y distensión abdominal, necesidad de eructar, disminución del apetito, halitosis, notar mal sabor en la comida, náuseas, vómitos, color negruzco de las heces y cansancio.
Si sufres estos síntomas o tienes sospechas de estar infectado, hazte el test del aliento Helicobacter Pylori para comprobarlo y, en caso de resultado positivo, ponerte en tratamiento cuanto antes para aliviar los síntomas y curar las úlceras.
Y si los síntomas no mejoran, deberías hacerte una endoscopia para ver si se han producido úlceras en el estómago y/o el duodeno.
<h2> Cómo se detecta la bacteria Pylori</h2>
La infección producida por la bacteria Helicobacter Pylori es muy común y afecta al estómago y al duodeno siendo la causante, en ocasiones, de la mayoría de úlceras estomacales, duodenales y gastritis que se producen.
Muchas personas no notan ningún síntoma y a otras la Helicobacter pylori les perfora la capa protectora del estómago y duodeno provocando que se formen úlceras (que pueden llegar a ser sangrantes) por la fuga de los ácidos del estómago.