Porque una imagen vale más que mil palabras

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Este tipo de radiografía pretende descubrir posibles lesiones, fracturas, deformaciones, etc. de la rodilla, el hombro, la cadera o la pelvis, con el fin de realizar un diagnóstico o valorar la necesidad de realizar otras pruebas complementarias como Resonancia magnética, TAC, etc. para conocer el grado y alcance de la afección antes de indicar el tratamiento más adecuado como por ejemplo, Escayolado pequeño o grande, Punción evacuadora de líquido sinovial (Artrocentesis), Infiltraciones antiinflamatorias y/o anestésica, etc.

Si tienes dolor en alguna de estas articulaciones, ves que no puede realizar ciertos movimiento como lo hacías antes, tienes fiebre, etc. acude a hacerte una radiografía porque podría tratarse de una simple lesión o ser la manifestación de alguna enfermedad como la bursitis, artrosis, fibromialgia, artritis reumatoide, cáncer de hueso, etc.

Una vez conozcas el resultado de la radiografía, si aparece alguna lesión o afección, no dudes en llevarla a tu reumatólogo o traumatólogo para que la valore y, si es necesario, realice otras pruebas complementarias o te proponga el tratamiento más adecuado para ti.