¿QUÉ ES?
La neurocirugía infantil se ocupa de tratar a niños/as desde que nacen hasta que alcanzan la edad de los 16 años con el objetivo de diagnosticar, tratar y controlar las posibles patologías, deformidades o lesiones del sistema nervioso.
El pediatra o el neurólogo infantil suelen derivar al neurocirujano a aquellos pacientes que tienen algún tipo de enfermedad o lesión que requiera un tratamiento quirúrgico y que esté relacionada con el cerebro, médula espinal y/o los órganos sensoriales.
El neurocirujano trata las malformaciones congénitas como alteraciones provenientes de la mala circulación del líquido cefalorraquídeo, enfermedades y traumatismos craneoencefálicos y/o columna vertebral; tumores en el sistema nervioso central, epilepsia, debilidad en las extremidades, etc.
En la visita, el neurocirujano revisa el historial médico del paciente y comenta tanto con el paciente como con sus tutores las posibles enfermedades que padezca en la actualidad y las anteriores incluyendo el desarrollo durante el embarazo y el parto, así como los antecedentes familiares.
Se exponen los síntomas que sufre el niño/a y el especialista realiza una exploración física analizando los reflejos, sensibilidad, fuerza muscular, equilibrio, etc. para confirmar el diagnóstico. En caso necesario, puede solicitar pruebas clínicas como ecografías y TAC craneales o resonancias magnéticas y dependiendo del resultado de las pruebas decide y comunica a los padres el tratamiento más adecuado para el paciente.
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