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En el caso de que en los últimos días presentes molestias en la zona abdominal, el hacer una ecografía en dicha zona nos otorgará la capacidad de estudiar los diversos órganos internos que se encuentran en la zona para tener la posibilidad así identificar algún tipo de patología y de esta forma servir tratamientos correctos.
Magnetosur
C/ Álvaro de Bazán, 13 - 15
Getafe
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Una ecografía abdominal nos capacita para localizar la presencia de líquidos anómalos o descubrir posibles tumores.
La ecografía abdominal está indicada como elemento de diagnóstico en los chequeos periódicos preventivos pero además ante cualquier dolor abdominal sin motivo para eliminar posibles patologías relacionadas con el aparato digestivo.
Asimismo, la ecografía abdominal se utiliza para buscar patologías graves que pueden estar sin síntomas como el aneurisma de aorta. La ecografía abdominal es una prueba sin dolor, sin ningún tipo de problema y que ofrece gran cantidad de información para llevar a cabo un diagnóstico correcto.
El experto apoderado de supervisar las ecografías abdominales, normalmente, es el digestólogo, también conocido como médico del estómago o especialista del aparato digestivo.
El funcionamiento de las ecografias tiene como principio funcional el mismo que llevan a cabo los radares de los barcos o los aviones: este está formado por un aparato que provoca varios sonidos en frecuencias que no podemos percibir a través del oído pero que al chocar sobre los objetos o en este caso alguna parte interna de nuestro organismo devuelven “ecos” con lo que una herramienta informático puede ver y enseñarnos imágenes..
En aviones o barcos, se utilizan los ultrasonidos, principalmente, para saber la distancia y tamaño de los objetos. En el cuerpo humano, tiene la habilidad de diferenciar las formas y composición de los tejidos y órganos, puesto que cada tejido u órgano produce ecos diferentes.
La ecografía abdominal se compone, por tanto, de un emisor de ondas de sonido, llamado transductor, que muestra forma cónica y es el que se asigna sobre el cuerpo para emitir los ultrasonidos. Estas ondas de sonido, dada su frecuencia, no son identificables por el oído humano, por lo que en principio no se escuchan más que leves sonidos. Las ondas, al rebotar, provocan un eco y son detectadas por un sistema informático para configurar las imágenes. Con antelación de aplicar el transductor, se coloca un gel encima la piel que ayuda a transmitir el sonido.
Una ecografía abdominal es sin dolor, dura de unos quince a veinte minutos y no produce ningún tipo de sufrimiento ni conlleva ningún efecto secundario.
Se recomienda llevarse a cabo una ecografía abdominal si el médico de cabecera lo cree conveniente, si presentas dolores abdominales de origen ignorado, si un especialista en aparato digestivo o médico del estómago te lo sugiere o si tienes las digestiones pesadas.
Una radiografía permite obtener una imagen de la zona anatómica precisada y de los órganos internos de la misma. La radiación penetra en la parte del cuerpo y se imprime en una placa fotográfica que permitirá al médico identificar características anómalas y hacer un diagnóstico.
Un TAC de tórax es un método mediante rayos X con el que se obtienen imágenes transversales del tórax y de la parte superior del abdomen. Es una de las mejores maneras de estudiar tejidos blandos como los pulmones e, incluso, el corazón.
Un TAC abdominal permite ver huesos, tejidos blandos etc., con el objetivo de encontrar el motivo de un dolor al que no se le atribuye un origen. Con una exploración rápida y eficaz se puede encontrar esa explicación.