Publicado por: Ángel Amilibia Hergueta | ISNI: 0000000517782974
La vitamina B12, también conocida como cobalamina, es fundamental para el correcto funcionamiento del sistema nervioso y del cerebro y para la formación de sangre y proteínas. Es una vitamina propia del cuerpo animal que se almacena mayormente en el hígado, de manera que no puede ser ingerida al comer cualquier tipo de alimento vegetal, a no ser que estén enriquecidos.
Una dieta variada y equilibrada, en principio, garantiza tener las necesidades de vitamina B12 cubiertas. Es muy recomendable tener un control de los niveles de Vitamina B12, una baja ingesta de vitamina B12 o una mala absorción por parte del organismo puede acarrear problemas de diversa índole, desde diarrea hasta dificultades respiratorias.
La cobalamina, igual que las otras vitaminas del complejo B, es fundamental para la síntesis de la hemoglobina y del ADN. Como hemos comentado, ayudan al buen ejercicio del sistema nervioso y del cerebro y a la elaboración de células. También ayuda en la formación de los huesos y a reducir el cansancio y la fatiga.
La vitamina B12 se puede encontrar en la mayoría de alimentos de origen animal, tanto carnes, como peces y marisco e, incluso, en los huevos, la leche y sus derivados. Os dejamos una pequeña lista con sus equivalencias:
Para evitar tener el nivel de vitamina B12 bajo, se recomienda que los adultos tomen, como mínimo, 2,4 microgramos al día. Los niños de 1 a 3 años deberían consumir 0,9mcg, mientras que los de 4 a 8 años y los de 9 a 13 años es recomendable que hagan una ingesta de 1,2mcg y 1,8mcg, respectivamente. La recomendación para los bebés de 0 a 1 año es de 0,5mcg.
En el caso de las mujeres embarazadas, como se ha comentado, el nivel de vitamina B12 necesario sube sensiblemente y, por eso, se recomienda que durante la gestación consuman 2,6mcg diarios y que durante el período de lactancia sea de 2,8mcg.
Hay diversos colectivos que pueden tener complicaciones de salud por culpa de un déficit de vitamina B12:
Las consecuencias de tener unos niveles de vitamina B12 bajos se traducen en una menor producción de glóbulos rojos saludables y algunas de las células que forma la médula ósea son grandes e inmaduras.
Esto provoca que puedan aparecer consecuencias de varios tipos: anemias, dificultades respiratorias, pérdidas de equilibrio, entumecimientos, problemas menstruales, hormigueos en las piernas y los brazos, fatiga o diarreas.
Como ves, la variedad de síntomas puede hacer difícil detectar una carencia de B12 sin realizar ningún análisis. Acude a un médico y realiza las pruebas necesarias para tratar el problema, que con una buena alimentación y suplementos de vitamina B12 se puede solucionar.
Para prevenir un déficit, sigue una dieta equilibrada y, si te encuentras dentro del grupo de las personas que pueden ser más propensas a tener falta de vitamina B12, acude a un médico o nutricionista.
Un completo y exhaustivo análisis para que descartes cualquier tipo de déficit de Vitaminas y puedas averiguar si necesitas algún complemento vitamínico.
¿Te sientes débil o has notado hormigueo en las extremidades? Estas son las consecuencias de un desnivel en los valores de vitamina B12. Hazte un análisis y descubre si necesitas tomar algún suplemento.