Diagnosticar el VIH a tiempo puede salvarte la vida

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Diagnosticar el VIH a tiempo puede salvarte la vida

La infección por el virus de inmunodeficiencia humana sintomática temprana (VIH) tiene lugar cuando la persona está infectada pero aún no se han manifestado los síntomas del SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida).

Las personas que sufren más riesgo de tener este tipo de infección son los niños/as nacidos de madres portadoras del VIH, y todas aquellas personas a les que se les haya transmitido a través de una transfusión de sangre, por contagio por drogas inyectables, o por intercambio de semen o flujo vaginal con una persona infectada.

Los síntomas del VIH temprano son diarrea, fatiga, malestar y fiebre persistentes, aparición de herpes zóster (culebrilla) recurrente, dolor en las articulaciones, dermatitis o infección en piel, pérdida de peso, sudoración excesiva, pérdida de la sensibilidad, debilidad muscular, gingivitis, candidiasis bucal, inflamación de ganglios linfáticos, etc.

Si tienes estos primeros síntomas del VIH y no sabes si has podido ser contagiado por el virus, hazte el test de VIH para comprobarlo y, en el caso de salir positivo, ponerte en manos del médico antes de alcanzar un estado avanzado con el que se pueden llegar a presentar infecciones y tumores malignos. 

Es importante no confundir los terminos VIH y SIDA. El VIH es un virus que afecta y deteriora el sistema inmunológico del paciente y el SIDA es la parte final de la enfermedad.