Resonancia Magnética Lumbar, Cervical o Dorsal

Servicios incluidos

• Incluye: Resonancia de la zona lumbar, cervical o dorsal con informe de resultados.
• No incluye: Contraste, sedación o anestesia. En caso de requerirlo, consúltanos disponibilidad.

RMN en zonas lumbar, cervical o dorsal

Una resonancia magnética consiste en obtener imágenes de los huesos y tejidos del organismo a partir del uso de un campo magnético, imanes y ondas de radio. Por lo tanto, se trata de una prueba no invasiva.

Tanto para la zona baja de la espalda (lumbar), como por la del medio (dorsal) o la del cuello (cervical), una RMN permite el estudio de cualquier síntoma que pueda inducir a una anomalía.

¿Cómo es una Resonancia Magnética Lumbar, Cervical o Dorsal?

La persona que va a ser explorada tendrá que estirarse en una camilla y será introducida a la máquina que hará las fotografías mediante imanes potentes. En esa cabina con forma de tubo se suele estar entre 20 y 45 minutos y es importante mantenerse quieto para que las imágenes salgan bien. 

También es posible que se necesite administrar una sustancia llamada contraste en las venas del paciente para que las zonas a explorar se vean más claras y su estudio sea más eficaz. Normalmente no hay ningún problema con el contraste, pero antes de inyectarlo se preguntará sobre si se tiene alergia o algún problema renal. Además, el médico se asegurará de conocer si el paciente tiene algo de metal en el cuerpo, como prótesis, clavos, grapas o un marcapasos.

El contraste es un servicio médico adicional no incluido en el coste de la resonancia. Si tu médico te ha prescrito la resonancia con contraste, contacta con nosotros.

¿Para qué sirve una Resonancia Magnética Lumbar, Cervical o Dorsal?

Las razones más comunes de realizar una resonancia cervical, lumbar o dorsal son:

• Dolores intensos en cuello, brazo, espalda o lumbago que no desaparecen después de tratamiento.
• Traumatismos y lesiones en la zona lumbar, cervical o dorsal.
• Infecciones.
• Artritis.
• Defectos congénitos en la columna vertebral.
• Hernia de disco.
• Esclerosis múltiple o grave.
• Tumor o cáncer en la columna.