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Una visita ginecológica por año puede ayudar a prevenir próximas anomalías de la salud y anticiparse a los síntomas. Si aún no has acudido a tu médico en el último año, ordena hora para un chequeo rutinario y quédate apacible.
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Clínicas Ibermedic
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Fuenlabrada
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La Revisión ginecológica de forma anual es la mejor manera de cuidar tu salud y localizar a tiempo cualquier posible complicación para solucionarla en el menor tiempo posible.
asegurarse de que todo transcurre con normalidad es la mejor garantía de calma. Por este motivo, se recomienda a todas y cada una de las mujeres sin salvedad formalizar una visita de forma anual al ginecólogo para supervisar su estado de salud.
Tras el control, y si el Profesional lo considera perfecto, va a poder prescribirte otros servicios diagnósticos (no incluidos en la revisión) como una Mamografía Bilateral o una Ecografía Mamaria.
Esencial: en determinadas Clínicas la distribución del informe de resultados de la Citología se efectúa a través de una segunda revisión no incluida en la cuota.
La ecografía tiene como finalidad detectar la causa de síntomas como sangrado vaginal anómalo, dolor pélvico, o para ver con precisión quistes detectados en el transcurso de un examen físico. La citología deja descubrir células anómalas que logren derivar en un cáncer de útero, y poner remedio de manera rápida eludiendo que se desarrolle.
Si es la primera vez que visitas la consulta de ese ginecólogo, el experto te realizará un pequeño cuestionario sobre tu estado físico y tus hábitos, tus antecedentes personales y familiares. Por otro lado, es posible que también te tome la tensión o te pese. Con todos estos datos, va a poder comenzar a determinar tu historia clínica.
A continuación, hará una exploración física, que puede ser molesta pero no dolorosa, adjuntado con un examen de las mamas y la realización de la ecografía y la citología.
Si lo considera preciso, podría pedir como pruebas complementarias al margen de la revisión una mamografía o una ecografía.
La ecografía morfológica o ecografía de las 20 semanas sirve para descartar cualquier posible malformación en los órganos del bebé.
¿Has notado algo fuera de lo normal en tu zona más íntima? ¿Tienes dudas o preguntas sin respuesta? Un ginecólogo puede ayudarte a encontrar una solución a tus problemas.
Si estás en el último trimestre de tu embarazo y quieres llevar un control más exhaustivo de tu salud y la de tu bebé, las correas son la solución. Con esta prueba podrás detectar la presencia de contracciones uterinas y el grado de bienestar fetal.