La extracción o exéresis de las muelas del juicio se puede solicitar proactivamente o bien puede ser que el dentista te lo recomiende en casos en los que tengas infecciones de forma continuada, cuando existe agolpamiento en los dientes por falta de espacio en las encías, cuando hay síntomas como dolor o alguna muela contigua se ve afectada por la aparición de la muela del juicio, presencia de quistes, etc. También se puede realizar la extracción cuando se desea colocar una ortodoncia y debido al agolpamiento antes mencionado, la muela del juicio entorpece el tratamiento.
Antes de extraer la muela del juicio, debes asegurarte de que es el tratamiento quirúrgico más adecuado para ti. Para ello, primero debes realizarte (o tu dentista debe haberte hecho) unas pruebas para comprobar si la causa de tu dolencia o malformación es la muela del juicio. Las pruebas exploratorias que te recomendamos son una radiografía dental, ortopantomografía o un TAC, en el caso en el que no se pueda ver claramente el tamaño ni la posición de la muela.
Cuando tengas el resultado de las pruebas, en caso de que debas realizarte una extracción de la muela del juicio, acude con las imágenes obtenidas de las pruebas y verás cómo al extraer la muela del juicio aliviarás los síntomas y curarás tu afección.