La fimosis es una afección masculina que se produce por la estrechez del prepucio que impide que haya una buena retracción del glande, acción que puede resultar dolorosa e, incluso, imposible de realizar.
Se puede dar en adultos y también en recién nacidos (fimosis primaria), en bebés a los que durante la gestación no se les ha acabado de formar el aparato genitourinario. Normalmente antes de cumplir los tres años, la fimosis primaria se corrige de forma espontánea. En caso de no ser así, se debe acudir al urólogo para que le ponga en tratamiento farmacológico o quirúrgico, dependiendo de cada caso. La fimosis secundaria se desencadena cuando, por motivos de higiene, los padres no hacen una correcta manipulación provocando pequeñas lesiones del prepucio del niño.
En cualquier caso, si notas que tu o tu hijo, además de la imposibilidad de la retracción del prepucio, tiene dolor al miccionar, infecciones reiteradas de orina o balanitis, dolor en el pene e imposibilidad de mantener relaciones sexuales, nota el pene caliente o inflamado, o sufre secreción de líquido blanquecino, etc. hay que acudir al especialista para que haga una exploración física y, en caso necesario, realice la operación de fimosis.