La gammagrafía ósea es una prueba de medicina nuclear que ayuda a detectar el cáncer que se ha originado en los huesos o, por el contrario, la metástasis proveniente de otra parte del cuerpo y que ha alcanzado a los huesos. También permite evaluar la evolución del tratamiento contra el cáncer y otras enfermedades de huesos.
El cáncer de huesos provoca unos síntomas de dolor constante en el hueso afectado y éste aumenta cuando estás activo y, si afecta a la pierna, puede hasta provocar cojera. También provoca inflamaciones que pueden a llegar a palparse como bultos o protuberancias, además de fracturas en los huesos donde se produce el dolor, pérdida de peso, artritis, entumecimiento, hormigueo y/o debilidad.
Si tienes algunos de estos síntomas, acude a que te hagan una gammagrafía ósea para explorar todos los huesos de tu cuerpo en busca de la causa que origina los síntomas. Dependiendo de los resultados de la gammagrafía, deberás acudir a tu médico para que realice una valoración y, en caso necesario, solicite otras pruebas complementarias para concretar el diagnóstico, como por ejemplo: TAC, resonancia magnética, biopsia simple o compleja, etc.