¡Unos riñones sanos garantizan un cuerpo libre de toxinas!

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¡Unos riñones sanos garantizan un cuerpo libre de toxinas!

La función de los riñones es filtrar la sangre eliminando el exceso de líquidos, sales y toxinas.

Existen algunas enfermedades que, aunque no sean estrictamente renales, provocan que la función de los riñones se pueda ir deteriorando y, por ello, necesitan ser controlados por los nefrólogos. Es el caso de  la diabetes, la hipertensión arterial, los edemas, etc.

También existen las enfermedades estrictamente renales, que generalmente no presentan síntomas muy alarmantes, y por ello se debe acudir al nefrólogo a la más mínima sospecha de un mal funcionamiento del riñón, para que realice pruebas diagnósticas como la ecografía renal, análisis de sangre y orina, etc. y recibir tratamiento cuanto antes.

Los síntomas que te pueden poner en alerta son: infecciones de orina reiteradas, cálculos de riñón, incontinencia o alguna otra alteración urinaria como aumento o disminución de las veces que vas a orinar, si detectas sangre en la orina, pérdida notable de peso, anemia sin razón aparente, mareos, vómitos, dolor en las lumbares, etc. En cualquiera de estos casos debes acudir a la visita del nefrólogo para que descarte o detecte si es una enfermedad renal la que puede estar causando dichos síntomas.