El esmalte de los dientes es un recubrimiento que sirve para proteger al diente de las agresiones externas. Es un tejido muy duro, el más duro del organismo, pero no es infalible, con lo cual ante un fuerte golpe, una caída, una mordedura, etc. puede provocar que el diente se te pique o se te rompa.
Para evitarlo, en primer lugar, no debes utilizar la dentadura para abrir botellas, masticar hielo, o roer alimentos o materiales muy duros. Pero si lo has hecho y de repente notas algo diferente en el diente o notas una pequeña pieza dura en la boca, quiere decir el diente se te ha astillado o desfragmentado.
En ese caso debes acudir rápidamente al dentista para que te haga una reconstrucción dental sin poste, para que te pueda reparar cuanto antes esa pieza dental que, si no se trata a tiempo, puede seguir rompiéndose y causar daños mayores en la boca, como una infección bucal, y puedes acabar perdiendo el diente, e incluso, las piezas dentales de alrededor.
Si tienes alguna pieza dental rota o astillada, visita a tu dentista para que te haga una reconstrucción y puedas volver a disfrutar de tu dentadura original.