Publicado por: Ángel Amilibia Hergueta | ISNI: 0000000517782974
En los últimos años hemos asistido a un escenario de pleno progreso en el conocimiento y el control de las enfermedades de transmisión sexual. Las nuevas técnicas moleculares de laboratorio, capaces de proporcionar un diagnóstico más preciso y rápido de estas patologías, y la búsqueda de nuevos antimicrobianos, son dos de los asuntos más actuales en este ámbito. Sin embargo, asistimos a un aumento de la incidencia de algunas enfermedades de transmisión sexual como la gonorrea y la sífilis. Los entendidos sugieren que las aplicaciones para ligar unidas a la falta de toma de medidas de protección han disparado la tasa.
Del aumento del número de casos de personas contagiadas por esta última enfermedad ha alertado recientemente el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC). Según apunta, la tasa de sifilíticos entre 2010 y 2014 ha aumentado considerablemente con especial fuerza entre hombres homosexuales mayores de 25 años y de Europa Occidental. Según los expertos en microbiología, esto es debido, en parte, a la relajación que ha seguido al control terapéutico del VIH y a la vuelta al pensamiento de que estas enfermedades son curables y poco importantes.
Padecer una enfermedad de transmisión sexual supone el padecimiento de numerosos problemas psicológicos y relacionales. Destacan los complejos de culpa, situaciones de fobia, problemas de pareja y conflictos en la relación médico-paciente. Pero el aspecto más grave de estas enfermedades es que, como su propio nombre indica, más personas pueden resultar infectadas. Los profesionales sanitarios lamentan que quien acude al médico es, por lo general, una persona, pero hay otra que puede estar afectada y que, por tanto, conviene estudiar y tratar.
Una forma de diagnosticarlo es recurriendo a la analítica completa de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS). Gracias a ella, el profesional podrá ofrecerle al paciente y a su posible círculo de contagio un diagnóstico preciso y fiable y un tratamiento acorde a su patología y peculiaridades. Y es que, los tratamientos antimicrobianos disponibles actualmente tienen una elevada efectividad, pero solo funcionan con garantía si se realiza el diagnóstico correcto. Por supuesto, en esta prueba se extreman todos los mecanismos referentes a la confidencialidad y al secreto médico.
El chequeo más completo: un conjunto de diferentes pruebas, como la Clamidia, Gonorrea, VIH (SIDA), Mycoplasma, Sífilis etc.