Publicado por: Ángel Amilibia Hergueta | ISNI: 0000000517782974
El dolor de garganta al tragar es una molestia común que puede afectar nuestra capacidad para comer, hablar y realizar actividades cotidianas. Este síntoma puede deberse a diversas causas, desde infecciones hasta irritaciones ambientales. Si tú también notas esa sensación extraña deberías realizar una visita a un otorrinolaringólogo y resolver de una vez por todas cuál es la causa.
Para tranquilizarte tienes que saber que si no va acompañado de otros síntomas como fiebre o bultos no suele revestir ninguna gravedad. Aunque existen otros motivos que no tenemos que pasar por alto. Es posible que para salir de dudas de forma definitiva el médico te recomiende hacer una analítica de sangre y unas pruebas de imagen como una resonancia magnética.
Entre las causas más frecuentes del dolor de garganta al tragar destacan las infecciones virales y bacterianas, aunque también puede estar relacionado con otros factores como el reflujo ácido o la exposición a irritantes.
Infecciones virales: Resfriados, gripe o infecciones virales respiratorias suelen causar inflamación en la garganta, lo que produce dolor al tragar. Estas afecciones suelen ser transitorias y desaparecen por sí solas con reposo e hidratación adecuada.
Infecciones bacterianas: La faringitis estreptocócica es una de las causas bacterianas más comunes del dolor de garganta. Este tipo de infección suele ir acompañada de otros síntomas como fiebre y requiere tratamiento con antibióticos para evitar complicaciones.
Reflujo gastroesofágico: Cuando los ácidos del estómago suben hacia la garganta, pueden irritar el tejido de la laringe y la garganta, lo que causa ardor en la garganta y laringe, así como dolor al tragar. Este tipo de irritación es común en personas que sufren de acidez estomacal o tienen una dieta desequilibrada. Un digestólogo será el profesional médico encargado de diagnosticar este tipo de problemas y ponerle solución de forma eficaz.
Alergias: El polen, el polvo o los alérgenos presentes en el aire pueden provocar inflamación en la garganta, lo que también puede derivar en dolor al tragar, especialmente si hay una exposición prolongada a estos elementos.
Irritantes ambientales: El humo del tabaco, la contaminación o los productos químicos fuertes pueden irritar la garganta y causar una sensación de sequedad o dolor al tragar. Este tipo de irritación suele aliviarse al evitar la exposición a estos elementos.
El dolor de garganta al tragar sin fiebre es otro síntoma que puede preocupar a muchas personas, ya que se asocia con afecciones que no necesariamente tienen un origen infeccioso. Este síntoma puede estar vinculado al reflujo ácido o a la irritación por agentes externos. En estos casos, el malestar se experimenta principalmente al ingerir alimentos sólidos o líquidos, pero sin otros síntomas graves como fiebre o malestar general.
Otro síntoma relevante es el ardor en la garganta y laringe, que suele estar relacionado con el reflujo ácido o el consumo de alimentos muy picantes o ácidos. Esta sensación de ardor puede empeorar al acostarse o después de comer en exceso.
El tratamiento del dolor garganta al tragar dependerá de la causa subyacente. Existen varios remedios que pueden proporcionar alivio:
Gárgaras con agua salada: Hacer gárgaras con agua tibia y sal puede reducir la inflamación en la garganta y aliviar el dolor. Esta solución es fácil de preparar y muy eficaz, especialmente en casos de irritación leve.
Hidratación constante: Beber líquidos tibios como infusiones de hierbas, caldos o agua con miel y limón puede ayudar a mantener la garganta hidratada y reducir la irritación. La hidratación es fundamental para aliviar el malestar, ya que una garganta seca puede agravar el dolor al tragar.
Pastillas para la garganta: El uso de pastillas con ingredientes calmantes como miel o menta puede proporcionar un alivio temporal al dolor de garganta, especialmente si la causa es una irritación por reflujo o exposición a irritantes.
Evitar irritantes: Si el dolor de garganta es causado por irritantes ambientales, es importante reducir la exposición al humo del tabaco o a productos químicos agresivos. Además, se recomienda evitar ambientes secos utilizando humidificadores en casa.
Antiinflamatorios y analgésicos: En casos de dolor agudo, los medicamentos antiinflamatorios como el ibuprofeno pueden ser útiles para reducir el dolor y la inflamación. Es importante seguir siempre las recomendaciones de un médico antes de iniciar cualquier tratamiento farmacológico.
Elevar la cabeza al dormir: Para las personas que sufren de reflujo gastroesofágico, elevar la cabeza durante el sueño puede reducir el retorno de los ácidos estomacales hacia la garganta, aliviando así el ardor y el dolor.
Aunque el dolor de garganta al tragar suele desaparecer por sí solo en unos días, hay situaciones en las que se recomienda acudir al médico. Si el dolor persiste más de una semana, si hay dificultad para respirar o tragar, o si se experimentan otros síntomas graves como fiebre alta, hinchazón en la garganta o ronquera persistente, es esencial buscar atención médica.
Además, si el dolor de garganta al tragar sin fiebre se acompaña de una pérdida de peso inexplicable, sudores nocturnos o fatiga extrema, podría ser un signo de una afección más seria que requiera evaluación médica inmediata.
La mejor manera de prevenir el dolor de garganta es mantener un estilo de vida saludable que incluya una dieta equilibrada, buena higiene y evitar el contacto con irritantes. Algunas recomendaciones adicionales incluyen:
Lavar las manos frecuentemente: Esto es crucial para prevenir infecciones virales o bacterianas, especialmente en épocas de frío o en lugares con alta concentración de personas.
Controlar el reflujo ácido: Seguir una dieta baja en alimentos grasos, ácidos o picantes puede ayudar a reducir los episodios de acidez y prevenir la irritación de la garganta.
Evitar cambios bruscos de temperatura: Proteger la garganta de temperaturas muy frías o muy calientes, especialmente al beber o comer, puede prevenir irritaciones.
Cuidar la voz: Evitar gritar o forzar la voz durante largos períodos también puede ayudar a prevenir la inflamación de la garganta y el dolor al tragar.
El dolor de garganta al tragar es una molestia común que puede estar relacionada con diversas causas, desde infecciones hasta irritaciones ambientales o problemas gástricos. Identificar la causa subyacente es clave para aplicar el tratamiento adecuado y aliviar el malestar de forma eficaz. Mantener una buena higiene, evitar irritantes y cuidar la salud en general son medidas que pueden prevenir esta afección y mejorar la calidad de vida.
Síntomas como la depresión, la bipolaridad, la esquizofrenia, la ansiedad o los ataques de pánico pueden ser consecuencia de un problema de salud. El psiquiatra puede ser el especialista más indicado para ofrecerte una solución.
Si has notado molestias abdominales y no sabes cuál es su causa, un digestólogo puede ayudarte a diagnosticar el problema y ponerle solución de forma eficaz. Una visita con este especialista te permitirá ganar en salud intestinal y calidad de vida.
Si te sientes cansado, nervioso, has aumentado o disminuido de peso, tu piel no tiene su aspecto habitual o tus uñas están muy débiles, podría ser de un problema de tiroides.
Visita a un otorrinolaringólogo si sufres algún problema de audición, sinusitis, pólipos o vas a realizarte una rinoplastia u otoplastia. El otorrinolaringólogo hará las pruebas necesarias para indicarte cuál es tu situación y, si es necesario, realizar el tratamiento más adecuado.