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La progesterona es una hormona que produce la mujer y que la prepara para el embarazo, con lo cual, conocer los niveles de progesterona en sangre nos da una referencia del estado de salud de la madre y el bebé.
Además de la producción natural de la hormona también existen medicamentos compuestos de progesterona que se utilizan como sustitutos hormonales para la mujeres que han pasado la menopausia cuando disminuye la cantidad de estrógenos en el útero, o también en mujeres que se están sometiendo a una técnica de reproducción asistida como la fecundación in vitro.
Los efectos secundarios de un desequilibrio de progesterona, ya sea tener los niveles altos o bajos, son dolor de cabeza, diarrea, calambres, irritabilidad, secreción vaginal, sofocos, dolor o alta sensibilidad en los pechos, disminución de la libido, cansancio, problemas al orinar, somnolencia, dolor abdominal, malestar en el estómago, sed, retención de líquidos, irritabilidad, tos/estornudos, aumento del apetito, estreñimiento, alteración en el estado de ánimo, náuseas, nerviosismo, dolor en articulaciones, huesos y/o músculos, inestabilidad emocional, trastorno del sueño.
Si tienes algunos de estos síntomas o estás bajo tratamiento hormonal de progesterona, puedes, con un simple análisis de sangre, conocer cuáles son los niveles de progesterona que tienes en sangre y tomar las medidas necesarias en caso de que éstos resulten alterados.
Los tratamiento de progesterona pueden causar efectos como alteración de la coagulación de la sangre, por lo que debes avisar a tu médico o hematólogo si estás bajo tratamiento descoagulante, así como si te vas a someter a alguna otra prueba analítica o biopsia.
Por último, si tienes diabetes y te vas a someter a tratamiento con progesterona, debes avisar a tu endocrino para que lo tenga en cuenta en tu historial médico, ya que la progesterona participa en la liberación de la insulina.