Cuando oímos hablar de masaje solemos pensar en los masajes relajantes, aquéllos que se hacen con aceites esenciales, velas, incienso, etc., pero debemos tener en cuenta que también existen los masajes estimulantes o drenaje linfático manual, que estimulan la circulación de la linfa y así el organismo se protege mejor ante las agresiones y elimina las toxinas o residuos de forma natural.
Un buen drenaje linfático te ayuda a mejorar la circulación sanguínea, reduce las inflamaciones y las varices, disuelve la retención de líquidos, alivia los dolores de la fibromialgia, las piernas cansadas o inflamadas, la artrosis, la artritis; reduce la celulitis de abdomen y piernas; calma la ansiedad y el estrés, etc. También te lo puede haber recomendado tu cirujano plástico porque, tras una cirugía estética, ayuda a eliminar el excedente de grasa.
Así que ya sabes, si quieres quedarte como nuevo/a, ponte en manos de un fisioterapeuta cualificado para que te realice un drenaje linfático individual. Aunque, ten en cuenta que si tienes problemas de tensión, tiroides, lupus, infecciones agudas, trombosis en curso, algunas enfermedades cutáneas, problemas de cáncer o cardiovasculares severos, etc., es recomendable que consultes con tu médico antes de realizarte este tipo de masaje.