Granos en el pene: 10 tipos ofensivos e inofensivos

Publicado por: Ángel Amilibia Hergueta

Tener granos en el pene o en el glande NO suele ser síntoma de preocupación, así que si tú, tu pareja o un familiar cercano los tiene, hay que saber que normalmente son benignos. Sin embargo, también existen excepciones que deberías conocer y que sí que pueden comportar cierto riesgo para tu organismo.

En este artículo te vamos a explicar cuáles son los tipos de granos que te pueden salir en el pene. Aun así, la mejor manera de salir de dudas es acudiendo a un dermatólogo y, dependiendo del diagnóstico, te recomendará el tratamiento más adecuado o te asegurará que no tienes que realizar ningún tipo de cura.

Granitos en el glande por pápulas perladas

Son pequeñas bolitas blancas que aparecen en la corona donde acaba el glande. No son infecciosas ni provienen como consecuencia de enfermedades de transmisión sexual. Se trata de pequeñas glándulas sebáceas (grasa) que no requieren tratamiento, aunque se pueden extirpar por motivos estéticos. En caso de querer eliminar por estética cualquiera de las alteraciones, consúltalo con un urólogo.

Folículos pilosos: ¿Espinillas en el pene?

Los folículos pilosos pueden confundirse con espinillas repartidas por el pene y el escroto, aunque no son más que la parte de la piel desde donde nace el pelo. No hay que seguir ningún tratamiento.

Granos o manchas de Fordyce

Estas son muy comunes durante la adolescencia debido a los cambios hormonales, aunque pueden surgir a cualquier edad. Se trata de granitos diminutos en el pene y el escroto con un color blanco o amarillento. Es un fenómeno fisiológico normal y se desaconseja el tratamiento.

Granos rojizos o morados por angioqueratomas

Los granitos rojizos o morados y de textura rugosa son fácilmente identificables como un angioqueratoma. Son pequeñas malformaciones de los vasos sanguíneos capilares que pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, incluso en el pene o el escroto, especialmente en edades avanzadas. Aunque el nombre asuste, no es nada grave ni requiere tratamiento, aunque si se aprecia en niños pequeños es importante consultarlo con un dermatólogo infantil para descartar una enfermedad.

Verrugas genitales

Se trata de una enfermedad de transmisión sexual. Las verrugas genitales son causadas por el virus del papiloma humano y se presentan como un pequeño bulto o grupo de bultos de color carne en el pene. Se pueden tratar con pomadas recetadas por el médico.

Linfocele: Bolitas en el pene tras contacto sexual

El linfocele puede aparecen en el pene cuando el sistema linfático no es capaz de retirar los líquidos tras una erección y se presenta en forma de grano duro. Si es pequeño, en poco tiempo se resuelve sin necesidad de tratamiento (aunque un masaje ayuda a drenar), mientras que si es grande existe la posibilidad de necesitar intervención quirúrgica.

Liquen plano que provoca inflamaciones en el pene

El liquen plano es una enfermedad inflamatoria de causa desconocida que provoca brotes con placas, bolitas o granos rojos en el pene que pican bastante. Es posible que desaparezca solo y vuelva a aparecer al cabo de un tiempo repetidamente. El tratamiento es lento y suelen usarse antihistamínicos y pomadas corticoides.

Herpes que provoca úlceras en el pene

El virus del herpes, que se transmite sexualmente, puede provocar brotes en el pene en forma de dolorosas ampollas, más que granos. Es necesario usar antivirales para revertir la situación.

Molusco contagioso y granos con hendiduras

El molusco contagioso es una lesión provocada por el proxvirus. Se presenta como granos redondos con una abertura estrecha y alargada. Pueden desaparecer espontáneamente al cabo de unos meses o extirparse quirúrgicamente.

Cáncer de pene

Los síntomas más frecuentes que te hacen sospechar de un cáncer de pene son las lesiones parecidas a una verruga que aumenta con el paso de las semanas o los meses, una úlcera que no se termina de curar y reaparece constantemente o una erupción irregular de color rojo en el pene. Este tipo de cáncer es muy poco frecuente y es más común en hombres con más de 65 años y fumadores.