Publicado por: Ángel Amilibia Hergueta | ISNI: 0000000517782974
Un pólipo es una masa de tejido carnoso que crece más de lo normal, apareciendo en membranas mucosas del cuerpo como en la nariz, el cuello, la garganta, el colon o la vejiga. Aunque estos nódulos suelen ser benignos, es necesaria una exploración para descartar que sea peligroso.
En este artículo vamos a enfocarnos en los pólipos de la vejiga, uno de los tipos más comunes, y te informaremos sobre la cistoscopia, la prueba que observa la vejiga y la uretra para determinar si existen patologías.
Es difícil darse cuenta que se tiene un pólipo en el cuerpo, ya que muchas veces son asintomáticos. En el caso de los pólipos en la vejiga, se puede experimentar:
Estos síntomas dependen del tamaño del pólipo. Es mucho más común que se descubra un pólipo en la vejiga porque el paciente siente más necesidad de ir al baño que porque sangra. Si tienes alguno de estos indicios, no dudes en acudir a un médico y realizar las pruebas que te recomiende.
Se trata de una prueba que consiste en introducir un tubo especial con una cámara en el extremo para ver el interior de la uretra y la vejiga. El procedimiento, que dura entre 5 y 20 minutos, consiste en anestesiar la piel que recubre el interior de la uretra (sin agujas) e insertar dicho tubo. Se hace fluir agua para llenar la vejiga y el médico pedirá que le describas la sensación, con la que obtendrá una valiosa información.
Si hay indicios de que haya un pólipo en la vejiga o cualquier otra anormalidad en el tejido, es posible que sea necesario realizar una biopsia.
El tratamiento más común para los pólipos en la vejiga es su extirpación, ya que es la manera de eliminar el dolor o malestar que provocan.
Si las pruebas hechas (cistoscopia y biopsia) determinaran que el pólipo es canceroso, se procedería a un tratamiento especial que tiene mucho éxito. Las tasas de supervivencia por pólipos cancerosos en la vejiga son muy altas, sobre todo si se detectan a tiempo.
Los expertos coinciden en afirmar que es difícil prevenir la aparición de pólipos en el organismo. Sin embargo, los que están situados en la zona gastrointestinal pueden ser menos frecuentes si se lleva un estilo de vida saludable. Se debe vigilar el peso, ya que la obesidad favorece la aparición de pólipos. También es importante optar por una dieta rica en fibra y calcio y evitar el tabaco, el alcohol y las grasas animales.
Aunque la prueba para detectar el pólipo en la vejiga es la citoscopia, realizar una revisión ginecológica anual puede ayudarte a detectar problemas en las zonas íntimas a tiempo para tratarlos sin problemas.