Síntomas de rotura de menisco y cómo elegir tratamiento

Publicado por: Ángel Amilibia Hergueta

Los meniscos son dos almohadillas formadas por una sustancia llamada fibrocartílago situadas entre el cartílago del hueso de la tibia y el del fémur. Los meniscos se rompen o se fisuran cuando la rodilla sufre un giro violento.

Es un tipo de lesión muy común en el mundo del fútbol y del esquí, aunque podría pasarte perfectamente si te levantaras bruscamente de una posición de cuclillas. En este artículo vamos a explicarte un poco mejor en qué consiste dicha lesión, los tratamientos que existen y, sobre todo, los síntomas de una rotura de menisco. Así puedes confirmar o descartar tus temores, aunque para salir de dudas lo mejor es acudir a un traumatólogo.

¿Para qué sirve el menisco?

El menisco tiene varias funciones. Es importante conocerlas antes de adentrarnos en qué síntomas tiene una rotura de menisco, ya que todas son clave para nuestro día a día.

• Encajar el fémur y la tibia para que se pueda articular la rodilla correctamente.
• Amortiguar el choque entre el fémur y la tibia cuando se está de pie o en movimiento.
• Estabilizar los movimientos de la rodilla.
• Producir y distribuir líquido sinovial interarticular correctamente. Este líquido ayuda a evitar la artrosis temprana.

¿Qué síntomas tiene una rotura de menisco?

Los síntomas de una rotura de menisco son bastante claros:

• En el momento de la rotura, se suele sentir un dolor intenso y un chasquido.
• En las horas siguientes, es probable que se produzca más líquido articular de lo normal, lo que se llama derrame.
• Bloqueo de la rodilla. La persona lesionada no puede estirar completamente la pierna ya que la parte rota del menisco se ha desplazado al centro de la rodilla y la obstaculiza.
• Se oye un clic cuando se mueve la rodilla.
• Dolor en el lado de la rodilla cuando se gira.
• Sentir sensación de inestabilidad.

Pruebas para estudiar los síntomas de rotura de menisco

Si te sientes identificado con algunos o con todos los síntomas de rotura de menisco que hemos apuntado, deberías pedir hora para una revisión médica. El doctor palpará la rodilla y moverá la pierna en distintas direcciones para ver si está roto el menisco externo o interno.

A continuación, para salir de dudas y confirmar la lesión, se suele pedir:

• Una radiografía de rodilla. Aunque los meniscos no se ven en esta prueba, sirve para descartar afectaciones en el hueso.
• Una resonancia magnética.

Tratamiento de una rotura de menisco

El tratamiento es distinto dependiendo de la incapacidad que produzca la rotura, de la morfología de las rodillas, de la evolución de tus síntomas y del nivel de actividad que quieras mantener más adelante. Además, no se realiza el mismo tratamiento en la fase aguda (las primeras 3 o 4 semanas tras la lesión) que en la fase crónica.

Tratamiento en la fase aguda de una rotura de menisco

Los cuidados que se deben tener los primeros días y semanas son:

• Aplicar frío local las primeras 72 horas. Unas tres veces al día durante 20 minutos.
• Los primeros días, mantén la pierna elevada. Si te sientas, apóyala en una silla y, si te estiras en el sofá, coloca un cojín debajo.
• Deberás mantener reposo y tomar analgésicos durante las 3 o 4 primeras semanas.
• Se te inmovilizará la rodilla con un vendaje compresivo elástico.
• Junto con un traumatólogo, irás aumentando la actividad de esa rodilla.

De mientras, irás realizando las pruebas necesarias para comprobar que no existen más lesiones aparte de la rotura de menisco, como podrían ser una rotura del ligamento cruzado anterior y ligamentos colaterales, además de fracturas de tibia o fémur.

Tratamiento en la fase crónica de una rotura de menisco

Pasado alrededor de un mes, se debe tomar la decisión de seguir con tratamiento conservador con analgésicos, rehabilitación y reincorporación progresiva al día a día u operarse.

La elección se debe tomar junto con tu médico. La evolución de los síntomas marcará si optar por una cosa u otra, ya que el menisco roto puede que no te impida llevar a cabo tus actividades diarias o que, en cambio, andar un poco te siga resultando muy doloroso.

Entre los tratamientos quirúrgicos existentes, existen dos distintos, dependiendo de la solución que se requiera:

• Extirpación parcial del menisco: Se extirpan todas las partes dañadas del menisco.
• Sutura del menisco: Se conserva el cartílago pero se restaura suavizando los bordes de la zona afectada. Se recomienda a la gente joven, ya que todavía no suelen tener el cartílago desgastado.