Si te planteas la radioterapia como método para eliminar tumores cancerígenos, visita primero a un oncólogo para elaborar tu historial médico y resolver todas tus dudas.
IDOC SL
Gironella, 6-8, 1º pis, despatx 10
08017 Barcelona
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La Oncología Radioterápica es una especialidad médica que se encarga de la diagnosis, control y tratamiento con radiación ionizante (rayos x incluyendo rayos gamma y otras) de los pacientes enfermos de cáncer.
La radioterapia elimina las célula malignas de los tumores cancerígenos para impedir que éstos crezcan y/o se multipliquen.
Lo más importante que se obtiene de la primera visita, tanto para el paciente como para el oncólogo radioterápico es la información que se transmite en ella. El especialista recoge y elabora el historial clínico del paciente en función de la entrevista y de las pruebas médicas anteriores.
Posteriormente, el especialista realiza una exploración física con el fin de obtener más información sobre el estado de salud del paciente. Una vez que el oncólogo hace su diagnóstico y determina el tipo de tratamiento, informa al paciente del procedimiento a seguir o puede solicitar más pruebas.
Una vez se haya decidido realizar el tratamiento radioterápico, el oncólogo explica concienzudamente el protocolo a seguir y las posibles alternativas al paciente y éste debe firmar el impreso de consentimiento.
Se recomienda al paciente, asistir a la visita con material para apuntar toda la información que pueda exponerle el oncólogo e ir acompañado de un familiar y/o amigo por si surgieran dudas o posibles aclaraciones.
La radioterapia se emplea para reducir las células cancerosas del organismo pero también para reducir tumores, presión y dolor. Para algunos tipos de cáncer, la radioterapia es el tratamiento más eficaz y para otros, es conveniente combinarla con quimioterapia o cirugía.
Hay dos tipos de radioterapia que se valoran en la visita de oncología radioterápica: la radioterapia externa en la que la radiación la emite una máquina externa al cuerpo y se emplea para tratar partes grandes del cuerpo, y la radioterapia interna o braquiterapia, que consiste en la implantación de un material radioactivo en el lugar donde se encuentra el tumor cancerígeno. A medida que pasa el tiempo, el implante va perdiendo radiactividad.
Cuando se combina con otros tratamientos, podemos encontrar la Radioterapia Intraoperatoria (RIO), Radioterapia Sistémica, Radioinmunoterapia, etc.
Los efectos secundarios de la radioterapia, generalmente, son cansancio extremo, enrojecimiento, dermitis o epitelitis en la piel de la zona tratada. Y dependiendo de la zona tratada el cuerpo puede reaccionar con caída del cabello, infección por hongos, alteración de las glándulas salivares, pérdida del gusto, alteraciones dentales, dificultar para tragar o respirar, diarrea, náusea y vómitos, pérdida del apetito, molestias al orinar, pérdida de peso, etc.
Por último, comentar que la radioterapia paliativa se emplea para tratar los síntomas del cáncer aunque se sepa que no se puede eliminar la enfermedad por completo.