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En el caso de que seas mujer, no tengas dudas en realizar de manera recurrente un control de tus senos a través de una mamografía llevada a cabo en periodos de 1 año. Esta técnica cobra una vital importancia para identificar de manera anticipada cáncer de mama en estado inicial.
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La mamografía es un test diagnóstico precautorio consistente en una radiografía de la mama para advertir signos de cáncer en sus etapas prematuras, aún sin síntomas. Existen las mamografías tradicionales y las mamografías digitales, donde los resultados se traducen de manera directa en archivos digitales.
Si finalmente a lo largo de una exploración hayamos detectado algún bulto anormal, se utiliza para descartar o reafirmar la existencia de un cáncer. Hasta entonces, es esencial no alarmarse, ya que otras patologías benignas como lipomas o fibromas causan de forma frecuente nódulos (bultos) en el seno.
La mamografía y la ecografía mamaria son pruebas complementarias, que tienen la posibilidad de ofrecer un resultado más completo en el momento en que hay inquietudes en los desenlaces o desea confirmarse el diagnóstico. La mamografía y la ecografía mamaria son las dos pruebas identificativas. Al tiempo que la ecografía mamaria usa ultrasonidos, la mamografía emplea una mínima radiación.
Para llevar a cabo una mamografía, la tolerante se ubica de pie frente a una máquina de rayos X. El auxiliar ayuda una de las 2 mamas encima de una placa de plástico transparente y después la tapa con otra placa apretando firmemente. Esta placa hace más fina la mama y la fija inmóvil durante se realiza la radiografía. A continuación, se repite el proceso con el otro seno.
Preparación antes de la mamografía
No se sugiere realizarse a una mamografía a lo largo del ciclo menstrual, en tanto que las mamas estarán hinchadas y sensibles y puede ser singularmente molesto.
El día seleccionado para la mamografía, se recomienda no emplear ni pulverizador anti olor ni colonias por el hecho de que podrían alterar los resultados.
Riesgos de una mamografía
En una mamografía, como en cualquier otro tipo de radiografía, el nivel de radiación es bajo. No obstante, si te encuentras embarazada o crees que puedes estarlo, o te encuentras amamantando, no se recomienda someterte a una mamografía rutinaria. Si es totalmente preciso, tu médico te indicará las normas especiales a proseguir. En la situacion de las embarazadas, si es requisito hacer un control, se opta por una ecografía mamaria.
A partir de los cuarenta años, los médicos recomiendan hacerse una mamografía de forma anual de forma rutinaria.
Recuerda que para realizarse una mamografía es necesario tener prescripción médica.
Si tienes menos de 30 años y has notado un bulto en tus pechos, una ecografía mamaria es la mejor opción para determinar si existe alguna patología. Esta técnica es la más precisa con la detección de tumores en pechos jóvenes y evita la radiación en mujeres embarazadas.
Un TAC crea imágenes de alta calidad para analizar los huesos, tejidos blandos y vasos sanguíneos de la pelvis. Con una rápida prueba puedes encontrar la solución a tus problemas.
Si te duele la parte baja de la columna o tienes alguna anomalía, un TAC lumbar permitirá estudiar la zona mediante imágenes hechas con rayos X y diagnosticar el origen del problema.
Si has notado molestias en la zona abdominal, una ecografía abdominal permite visualizar los órganos internos de la zona y determinar si existe un trastorno que precise tratamiento.