Publicado por: Ángel Amilibia Hergueta | ISNI: 0000000517782974
Siempre que se habla del seminograma o espermiograma, es porque nos encontramos ante un momento complicado en la vida de la pareja, en que están sufriendo problemas de fertilidad.
La Seguridad Social no es rápida en este escenario, que por otra parte resulta de extrema urgencia para algunos papás. Por ello, deciden no esperar los meses o años que tardan en ser derivados a la consulta de fertilidad, se informan y van avanzando por su cuenta. Una de las primeras pruebas que podemos realizar, además de la Analítica Hormonal y la ecografía para la mujer y los Cariotipos de ambos, es el seminograma o espermiograma de fertilidad para el hombre.
Se trata en de una prueba bastante sencilla y económica que se realiza al semen o eyaculado. El hombre, tras un mínimo de 5 días de abstinencia sexual, debe depositar una muestra de su semen en un recipiente estéril que podrá adquirir en una farmacia.
Esto se realiza habitualmente en el domicilio del paciente, y se entrega de modo urgente (en menos de 1 hora e idealmente en 30 min) en el Laboratorio de Análisis Clínicos. Es una prueba que no requiere prescripción médica, es decir, cualquiera puede realizarla de modo privado.
Los analistas del Laboratorio analizan la muestra de forma manual bajo el microscopio, observando la movilidad, morfología y número de espermatozoides. Es decir, observar la cantidad de espermatozoides que hay, si se desplazan correctamente y si su forma es la adecuada.
El Laboratorio prepara un informe para el paciente, que contiene los resultados detallados y habitualmente una breve interpretación de éstos.
Muchas parejas, al tener los resultados, tienen dudas sobre la interpretación de los análisis, no saben cómo leerlos correctamente. Aquí tenéis una guía:
En función de los resultados, sumado a las pruebas femeninas y los Cariotipos de ambos, se suele decidir el tratamiento más adecuado.
Si el seminograma tiene unos resultados negativos, se suele descartar la Inseminación Artificial conyugal, optando por técnicas de Fecundación in Vitro (FIV).
En caso de que los resultados no sean los esperados, es habitual que el especialista aconseje realizar de nuevo el Seminograma u otras pruebas más avanzadas, como el REM en Espermatozoides, la Fragmentación del ADN espermática o el FISH en Espermatozoides, antes de obtener un diagnóstico definitivo.