Hematíes bajos: Causas, síntomas, cura y prevención

Publicado por: Ángel Amilibia Hergueta

Los hematíes, también conocidos como glóbulos rojos o eritrocitos, son las células de la sangre encargadas de transportar oxígeno desde los pulmones hacia el resto de tejidos del cuerpo, así como eliminar el dióxido de carbono. La hemoglobina, uno de los componentes principales, es la que hace posible que el oxígeno pueda llegar a todo el organismo y también es la causante de que tengan ese color rojo.

Como la función que realizan los hematíes es sumamente importante es necesario tenerlos controlados. Con un análisis de sangre básico en el que se incluye un hemograma se puede realizar un recuento que indique si existe algún tipo de problema.

Anteriormente ya te hemos explicado qué pasa cuando los resultados revelan unos hematíes altos. A continuación te explicamos las causas y las consecuencias de tenerlos bajos.

Valores normales de hematíes

Los niveles normales de glóbulos rojos en sangre son:

• Hombres: De 4,5 a 6,1 millones de hematíes por milímetro cúbico.
• Mujeres: De 4 a 5,5 millones de hematíes por milímetro cúbico.

Hematíes bajos: Causas

Los posibles motivos que pueden dar lugar a un número de hematíes bajo, lo que se conoce como anemia, son:

• Mala o deficiente alimentación. Sobre todo por una ingesta insuficiente de hierro, vitamina B12 y ácido fólico.
• Pérdidas lentas de sangre, por ejemplo durante la menstruación.
• Operaciones quirúrgicas que afecten al estómago o los intestinos.
• Durante el embarazo (algo muy típico).
• Consumir ciertos medicamentos.
• Que se produzcan anomalías en los intestinos y estómago, de manera que no se puedan absorber correctamente los nutrientes.
• Por enfermedades en el riñón.
• Producción de moléculas anormales de hemoglobina.
• Enfermedades como la leucemia y el mieloma múltiple (cáncer de médula ósea).

Hematíes bajos: Síntomas

Seguramente te estarás preguntando cómo sospechar que tienes los hematíes bajos. Existen varios síntomas que pueden ayudarte a dar una idea sobre la necesidad de realizar un análisis de sangre, aunque dependen del nivel de escasez de glóbulos rojos:

• Dolores de cabeza.
• Cambios de humor.
• Poca concentración.
• Sentirse agotado durante el día a día.
• Mareos, sobre todo al ponerse de pie.
• Desmayos.
• Uñas quebradizas.
• Dolores en la lengua.
• Palidez en la piel.
• Ritmo cardíaco acelerado.
• Dificultades para respirar, tanto tras ejercicio como en reposo.

Hematíes bajos: Tratamiento

Se trata de un problema de salud que hay que tener muy en cuenta, de manera que debe ser remediado con bastante urgencia. El tratamiento a seguir es distinto dependiendo de la causa que origina una existencia baja de glóbulos rojos y de su gravedad. Entre ellos encontramos:

• Seguir una dieta rica en proteínas.
• Administración de suplementos de hierro, vitamina B12, folato y otras vitaminas y minerales.
• Realizar transfusiones de sangre.
• Medicamentos y corticoesteroides para inhibir el sistema inmunitario.
• Eritropoyetina (hormona que ayuda a la producción de hematíes).

Hematíes bajos: Prevención

Si no quieres llegar al punto de tener los hematíes bajos y tratarte por ello, puedes seguir una serie de consejos orientados a la alimentación y la actividad física:

• Seguir una dieta equilibrada, rica en hierro, proteínas y vitaminas.
• Beber mucha agua.
• Evitar las bebidas alcohólicas y el tabaco.
• Realizar ejercicio regularmente.
• Descansar entre una actividad exigente y otra.

Habrá causas contra las que no podrás luchar solo siguiendo estas buenas conductas, pero reducirás mucho las probabilidades de otras que sí están en tus manos.