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El TAC o escáner es una radiografía particular que posibilita ver los huesos y fracturas con mayor detalle, así como diferentes tumores, problemas al sistema circulatorio, entre otros.
CEDICO Centro de Diagnóstico por la Imagen
c/ Ciudadela, 19
Huelva
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Su nombre total es Tomografía Axial Computarizada, es por ello TAC es su abreviación. Además se le suele conocer como escáner.
El escáner o TAC usa una técnica característica de radiografía que, tras su tratamiento por un ordenador, muestra imágenes fiables del interior del cuerpo.
Una investigación de TAC tarda cerca de veinte minutos durante los cuales tendrás que estar acostado y en serenidad en una camilla.
En determinados casos, deberá ser imprescindible emplear un contraste para visualizar mejor diversas ubicaciones. En esa situación, el personal sanitario te transmitirá de los motivos y del tarifa adicional y te inoculará dicho contraste (tinte) mediante una vena en la mano o en el antebrazo antes de efectuar la prueba. Puedes hablar con tu médico o con el centro de este tema antes de obtener tu cita.
El TAC es de una precisión más alta respecto a la resonancia magnética en el estudio de los huesos y fracturas, mientras que la resonancia magnética es más operativa en el análisis de las partes blandas del organismo.
Al contrario que la resonancia magnética, el TAC genera radiaciones que, si bien a las dosis normales son inocentes, debe evitarse su exposición reiterada. Por otro lado, la tecnología y exactitud de las tecnologías recientes ha conseguido que los peligros secundarios sean mínimos.
No se recomienda en mujeres embarazadas.
De la misma manera, el contraste está contraindicado en aquellas personas que ingieren varios medicamentos para el tratamiento de la diabetes (metformina) y debe valorarse su realización en el supuesto de enfermedades cardíacas o renales con anterioridad de su ingestión.
Un TAC en el riñón puede descubrir problemas de todo tipo, desde tumores hasta cálculos renales y otras enfermedades.
Un TAC de tórax es un método mediante rayos X con el que se obtienen imágenes transversales del tórax y de la parte superior del abdomen. Es una de las mejores maneras de estudiar tejidos blandos como los pulmones e, incluso, el corazón.
La radiografía es una herramienta diagnóstica fácil y segura. Si has tenido una lesión o accidente y el tórax podría estar afectado, con una radiografía de esta zona, un médico podrá determinar si existe algún traumatismo que precise tratamiento.
Un TAC en la columna cervical crea imágenes mediante unos rayos X especiales que permiten estudiar cualquier tipo de problema o lesión.